La arquitectura es una técnica inherente al ser humano, que lo acompaña desde tiempos remotos, en la misma Prehistoria. Pese a que con el transcurrir de los siglos se fue cargando de diversos significados (artístico, religioso…), el más básico y fundamental se ha mantenido: la funcionalidad, el proporcionar un refugio y espacio para estar guarecidos. Como cualquier procedimiento, se ha perfeccionado, llegando a la figura actual del perito en construcción.
Un vistazo al pasado
Como es de suponer, en sus primeras etapas la construcción era más rudimentaria y cargada de fallos: edificios poco duraderos, materiales quebradizos, aislamiento escaso… La explosión demográfica humana, causa y consecuencia de la evolución tecnológica, provocó un énfasis en la mejora de estas lagunas.
Con el paso de los años, la edificación se convirtió en una verdadera ciencia. La complejidad de las obras era cada vez mayor; no es lo mismo levantar una pequeña chabola para 2 personas que construir un rascacielos de decenas de metros de altura. Este avance se produjo paralelamente al desarrollo de nuevos profesionales, que posibilitaron que se llevase a cabo.
Las mejoras se produjeron en todos los sentidos, desde un mejor aprovechamiento de las materias primas hasta un perfeccionamiento máximo de la calidad y seguridad. Como ejemplo, pensemos en Japón y sus edificios antiquísimos, o en las construcciones realizadas en climas extremos (desiertos, regiones polares, áreas monzónicas…).
Presente y futuro
La construcción forma parte de nuestras vidas. Basta con andar un par de km en cualquier ciudad para ver edificios públicos de todo tipo: escuelas, teatros, museos, ayuntamientos… La responsabilidad a la hora de realizar estas obras es muy elevada, pues permanecerán en el paisaje y formarán parte de la vida de la gente durante décadas y, tal vez, incluso siglos.
El ámbito privado no es diferente. Desde una casa particular en el campo, hasta un estadio deportivo que albergue a miles de espectadores, son necesarios una gran variedad de servicios técnicos a la hora de erigir una edificación. Es por ello que, sea cual sea su situación, siempre será recomendable acudir a un grupo numeroso y variado de expertos, que le ayuden en el momento de crear algo cuyo fin es perdurar y ser útil.