Normas ISO 9001/22000: empresas que harían bien en implantarlas
La higiene y seguridad alimentaria es un tema que nos concierne a todos, desde el más sencillo consumidor, hasta las grandes multinacionales dedicadas a fabricar productos para el consumo humano, toda la cadena de producción tiene la obligación de velar por la manipulación y calidad de los alimentos, siendo las normas ISO 9001/22000 dos instrumentos que ayudan en diversos factores, etapas y sistemas.
Las normas ISO tienen cada día mayor reconocimiento a nivel internacional, de hecho, en Europa son básicamente una ley, y no falta más que algo de tiempo para que sean acogidas en todos los rincones de cada continente. Pues con la globalización, quien pretenda hacer su producto internacional debe dar las mayores garantías posibles como las que ofrecen este tipo de certificaciones.
Ahora bien, qué diferencias hay entre la 9001 y la 22000, la primera es una base para establecer un programa de control de calidad, obteniendo mejores resultados y un artículo confiable, además de comprometer de forma positiva a los proveedores y mejorar su reputación y confianza sobre los clientes finales. Por su parte, la norma 22.000 está asociada a la rama de seguridad alimentaria, todo lo relacionado a procesos que afecten la inocuidad de los alimentos.
¿Quiénes pueden guiarse por ellas?
1.- Industrias del sector alimentario: son el principal motor que asegura el alcance de abastecimiento alimenticio, encargadas de transformar materia prima en productos de primera necesidad. Durante el proceso, la cantidad de pasos para llevar, por ejemplo, el trigo a paquetes de harina es notable y participan cientos de personas, además de cumplir con las normas de salubridad impuestas por el estado. Confiar en las ISO otorgará una mayor eficiencia y resultados productivos.
2.- Proveedores: representan el origen de cualquier alimento, agricultores, ganaderos, gerentes de granjas productoras, etc. Como pilar de seguridad son responsables del estado y la calidad de lo que ofrecen.
3.- Distribuidoras: a primera impresión no parecen tener algo que ver con la manipulación del producto, pero todo influye a la hora de trabajar con alimentos, incluso la manera en que es almacenado y transportado.